La Peli: Para abogados no tan abogados
Para las personas amantes del cine clásico, esta semana les presentamos 12 Hombres en Pugna, película de 1957 adaptada de la serie televisiva del mismo nombre, que se transmitió en 1954 principalmente en los Estados Unidos.
La trama se desarrolla en medio de un juicio por homicidio, en el que los 12 jurados se ven convencidos de la culpabilidad del acusado y están a punto de dar su veredicto para condenar al acusado a la pena de muerte. La historia da un giro inesperado, cuando uno de los miembros del jurado (#8) decide votar, "no culpable" basándose en la juventud del acusado y en la veracidad en las declaraciones de solo dos testigos. La impaciencia se apodera del resto de personas del jurado, que quieren dar una deliberación rápida, ya que están convencidos del asesinato del joven. Esta película se puede disfrutar con toda la familia, los profesionales del derecho la recomiendan ampliamente para conocer algunos procedimientos legales y los psicólogos comentan que en este largometraje te puedes dar cuenta de las diferentes técnicas para lograr un consenso en un grupo de personas con diferentes personalidades y perfiles, además del poder de influenciar la mente de otras personas. 12 hombres en pugna fue nominada a 3 premios de la academia, Mejor Director, Mejor Película y Mejor Guion Adaptado, a pesar de no haber ganado en ninguna categoría, a la fecha muchos críticos de cine la consideran un clásico y una de las mejores películas del género, la podemos encontrar en muchos listados de top 10 en varias categorías. Otro dato muy interesante de esta película, es el aspecto técnico de la fotografía, al principio de la película las cámaras se colocaron arriba del nivel de los ojos y se usaron lentes de ángulo abierto, este para dar la apariencia de mas profundidad de campo entre objetos o personas, es decir que la toma o el encuadre se viera más grande de lo que realmente era. Mientras la película avanza el alcance focal también se va aumentando, al final casi todas las personas aparecen en un close up desde un ángulo contrapicado con un lente telefoto, lo que hace que la profundidad de campo sea mínima. El director Sidney Lumet, quien había estudiado fotografía a inicios de su carrera, utilizó estas técnicas junto con el cinematógrafo Boris Kaufman, para crear una sensación palpable de claustrofobia.